lunes, 24 de marzo de 2008

"LA GUERRA DE LOS MUNDOS" Y "ARMAS, GÉRMENES Y ACERO"

PERIODISTA.- Es un placer hablar con usted sobre su artículo “Inicios de la globalización”.
AUTOR.- El placer es mío.
PERIODISTA.- En su post, se centra en el libro de Jared Diamond "Armas, gérmenes y Acero", revolucionario en su opinión. ¿Puede hacer una breve síntesis para empezar la entrevista?
AUTOR.- Sí, claro. Me viene muy bien su pregunta por dos motivos. Primero, ha recordado mi apreciación del libro en el momento de escribir “Inicios de la globalización”: entonces, lo consideré revolucionario. Segundo, gracias al siguiente resumen pueden seguir esta entrevista los nuevos lectores.


Este es el resumen: la globalización empezó en la última glaciación por cuestiones ambientales. Entonces, había una gran riqueza animal y vegetal fácilmente domesticable en los valles fértiles de Oriente Próximo. La ausencia de barreras geográficas y climáticas permitió exportar los adelantos técnicos derivados de esa riqueza natural a largas distancias en Eurasia, desde la Península Ibérica hasta la India. Estos adelantos no podían producirse en ningún otro continente por la característica indomable o relativamente pequeña de sus animales (África y América) y por otras dificultades en la domesticación de las plantas. Si no podían producirse adelantos técnicos como los euroasiáticos, no se podían exportar. Además, las innovaciones euroasiáticas eran difíciles de expandir hacia el Nuevo Mundo por barreras geográficas y climáticas: véase el caso del Sahara en áfrica, la multitud de islas en Australasia o las cordilleras americanas. Ello lleva a una asimetría en el proceso de globalización como muestra el hecho de que fueron los europeos quienes conquistaron América y África, y no al revés.
Llegados hasta aquí, cabe hablar sobre la clave del éxito euopeo en la conquista y quería matizar la consideración que hice sobre el libro de Diamond porque no es tan revolucionario como me lo pareció en un primer momento.
PERIODISTA.- Interesante. A menudo, cuando se dice que alguien descubre o difunde primero una idea, suelen surgir varios trabajos al poco tiempo demostrando la existencia de antecedentes.
AUTOR.- Ese es exactamente mi propósito en estos momentos: argumentar la existencia de un predecesor de Diamond en la explicación de las armas de conquista: el acero (metáfora de las armas de fuego) y los gérmenes, que son las armas más potentes.
PERIODISTA.- Me tiene intrigado. ¿Quién es el inspirador de Diamond?










AUTOR.- Se trata, ni más ni menos, del escritor de ciencia ficción H.G. Wells, el famoso filósofo y novelista inglés. En su obra “La guerra de los mundos”, he encontrado una explicación perfecta en la conquista del nuevo mundo por parte de una civilización avanzada (los marcianos, como metáfora de los europeos). En este caso, los conquistados son los terrícolas (como metáfora de los africanos o indios americanos).
Creo que la novela trata de llevar al extremo la potencia de los dos tipos de armas a los que se refiere Diamond un siglo después: los gérmenes y el acero.










PERIODISTA.- Curioso. Como usted opina, Wells era un adelantado en su tiempo...
AUTOR.- Como todo gran genio, era un visionario. Lo que hizo el novelista fue plasmar sus ideas en una obra de ciencia ficción, sin el formalismo de un teórico. Pero la idea, se presente como se presente, es realmente poderosa. Véase que las armas de fuego de los marcianos son muy mortíferas.










Tanto, que durante toda la novela parece que el ser humano va a extinguirse. Pero finalmente esto no ocurre y, por sorpresa para muchos, pierden los marcianos. ¿Por qué? Porque los marcianos son vulnerables a las bacterias de la Tierra, mientras que los humanos son inmunes. Esta diferencia es muy superior a cualquier otra brecha tecnológica. Y la clave es el aislamiento.





PERIODISTA.- El aislamiento es la misma conclusión a la que llega Diamond. ¿Puede ampliar el concepto?
AUTOR.- Sí. Después de la dispersión de las personas por todo el mundo, unas poblaciones se quedaron aisladas de otras, separadas por barreras como los océanos o los polos. Durante milenios, hubo procesos de desarrollo característicos en cada zona y las personas adquirieron bacterias en su contacto con los animales, como la viruela o el sarampión. Por ello, cuando una población entra en contacto con la otra, el foráneo sufre enfermedades que a la otra parte no le afectan. Eso es lo que pasó entre la población europea y la autóctona americana. Y eso, llevado al extremo, es lo que pasa en "La guerra de los mundos", donde Wells ilustra la separación entre el Viejo y el Nuevo Mundo sustituendo el Océano Atlántico por el espacio exterior, que separan los planetas azul y rojo.







PERIODISTA.- La comparación seguramente será de interés colectivo. ¿Espera publicarla en algún libro? Podría vender muchos ejemplares.
AUTOR.- No es mi intención. Mi propósito es compartir esta idea con todos los navegantes posibles para ampliar el campo de conocimiento en un futuro.




PERIODISTA.- Me parece muy altruista por su parte compartir ideas sin recibir nada a cambio.
AUTOR.- ¿Altruista? (Risas.) Richard Dawkins (autor de “El gen egoísta”) diría que se trata de egoísmo. Me encantaría de conversar sobre este tema en la próxima entrevista.
PERIODISTA.- Vale, tomo nota y quedamos para hablar próximamente sobre compartir ideas y “El gen egoísta” de Richard Dawkins. Hasta luego. Ha sido un placer.
AUTOR.- El placer ha sido mío. Hasta otra.















































































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