martes, 25 de marzo de 2008

BENEFICIO INDIVIDUAL Y COLECTIVO DE COMPARTIR INFORMACIÓN


PERIODISTA.- Hola, bienvenido a este espacio de entrevistas de Radio Global.
AUTOR.- Hola, encantado de estar aquí.
PERIODISTA.- La última vez que nos vimos, quedamos en hablar sobre la interpretación de Dawkins sobre compartir información.
AUTOR.- Más o menos. Expresé lo qué diría Dawkins sobre compartir información. Así pues, he venido a conversar sobre una interpretación dawkinista, no de Dawkins. Espero encajar con su verdadero pensamiento al respecto. En algunas escuelas de pensamiento, los seguidores del fundador de una corriente no siempre se han adecuado a las posiciones originales.

PERIODISTA.- Hecha esta aclaración entre Dawkins y Dawkinismo, ¿cuál es su interprentación dawkinista de compartir información?
AUTOR.- Creo que un científico tiene el deseo individual de tener más información para tratar de explicar la realidad, pero él, por sí mismo, es incapaz de avanzar hasta los niveles que ambiciona de conocimiento. El mecanismo para alcanzar ese deseo privado es compartir la información con el resto de la comunidad científica. Y por ello colabora. Esto es, el científico no busca una mayor sabiduría de sus colegas, sino que colabora con ellos para alcanzar él mismo una mayor sabiduría.
PERIODISTA.- ¿Puede poner un ejemplo similar del propio Dawkins para comprender la aproximación al pensamiento de Dawkins?
AUTOR.- Sí. Consideremos el caso del hombre que prefiere más a menos comida (imaginemos que no existe saciabilidad al comer y que entendemos comida como riqueza). Como es evidente, el nivel de vida potencial (y el nivel de comida per cápita potencial) es mayor si vivimos y trabajamos en grupo que si vivimos aislados y marginados. Por tanto, para alcanzar mayor cantidad de comida per cápita habrá que compartirla. Este es un ejemplo del propio Dawkins en el capítulo décimo de “El gen egoísta”, titulado “Tú rascas sobre mi espalda, yo cabalgo sobre la tuya”.

A partir de aquí, también podríamos pensar, de forma dawkiana, que en el Tercer Mundo (donde hay hambre) la gente tiene muchos hijos porque, cuando éstos trabajen en un futuro (superando la edad legal para ello), el nivel de comida para los padres será mayor dada la mayor fuerza de trabajo.


PERIODISTA.- Es bastante esclarecedor. ¿Qué dice sobre las externalidades positivas que genera compartir información?
AUTOR.- Me encanta que me hagan esta pregunta porque, como economista, he estudiado las externalidades y la economía de las ideas, en buena medida a partir de los estudios de Paul Romer (1990).

Las ideas son bienes no rivales, es decir, no se puede excluir de su uso a nadie. Además, las fórmulas matemáticas o el contenido de los libros (no la unidad física de los libros, sino su contenido) son no excluyentes porque no hay que pagar una tarifa por su uso. Cuando usamos la fórmula de la ecuación de segundo grado, lo hacemos gratis. Cuando resolvemos un problema de teoría de juegos, no pagamos a John Nash derechos de autor.







Al ser bienes no rivales y no excluyentes a la vez, las ideas son bienes públicos.
Y como bienes no excluyentes, se producen desbordamientos de los beneficios que no perciben sus productores. Esto es, externalidades positivas. Por tanto, se producen externalidades positivas al compartir ideas.
PERIODISTA.- ¿Cómo encaja el compartir información con su interpretación dawkinista?
AUTOR.- Por una parte, desde un punto de vista dawkinista, tenemos el deseo individual de avanzar hacia la sabiduría y de explicar cada vez más fenómenos naturales (caso de los científicos) o comportamientos humanos (en el caso de los sociólogos) y para ello colaboramos y compartimos información. Por otra parte, tenemos externalidades positivas derivadas de la baja exclusión de las ideas, que son bienes públicos. Entonces, la relación se halla en que la mejora en la utilidad (el beneficio) es colectiva y no sólo individual, a pesar de que la intención de compartir y colaborar parta de un deseo individual.





PERIODISTA.- Estas explicaciones son coherentes pero no son absolutas porque se basan en los postulados de un etólogo, es decir, un biólogo y psicólogo experimental cuyos trabajos están sometidos a juicios de valor. Por tanto, puede tener detractores. ¿Qué les quieres decir a esos detractores potenciales?
AUTOR.- Quiero decir que sería constructivo que me aportasen argumentos para invalidar las explicaciones aquí realizadas, de tal manera que, finalmente, todas las partes hayan contrastado diferentes puntos de vista y tengan un campo de visión más global.
PERIODISTA.- Bueno, ha sido un placer tenerle nuevamente aquí. ¿Tiene algo nuevo en el tintero?
AUTOR.- Si lo tuviera, se lo diría, créame, lo compartiría. (Risas.) Un saludo y hasta otra.
PERIODISTA.- Hasta otra.




No hay comentarios: