PERIODISTA.- Al tratar temas de economía de la globalización, debemos referirnos a la importancia creciente de la economía espacial. ¿Qué puede decirnos al respecto?
AUTOR.- Como usted apunta, en la actualidad, es innegable la importancia de las cuestiones territoriales en la economía. Dichas cuestiones son infravaloradas o sencillamente ignoradas desde la escuela económica más influyente, la ortodoxa, de origen anglosajón.
No obstante, cada día se hacen nuevos aportes desde la óptica espacial que son valorados con mayor o menor relevancia, pero tenidos en consideración. En muchos casos, se trata de pequeñas aportaciones a partir de modelos ya creados, pero la suma de todas estas aportaciones puede llegar a explicar buena parte de la actividad económica.
La simplicidad de las teorías omnipresentes hasta los años 60 puede comprobarse en un instante, con una sola mirada a las enormes desigualdades en la distribución de la renta, tanto a nivel personal como geográfico.
PERIODISTA.- Continuando con el post “EL PODER DE UNA TEORÍA”, critica usted el exceso de restricciones de los clásicos. Explique dónde reside la simplicidad de estas restricciones.
AUTOR.- Los supuestos de competencia perfecta, existencia de costes de transporte y ausencia de competencia perfecta contradicen la evidencia empírica.
De verificarse, estos supuestos darían lugar a un mundo idílico, donde el debate eficiencia versus distribución no existiría. Tampoco habría pueblos aislados ni grandes metrópolis.
En suma, los supuestos de los ortodoxos chocan con la evidencia de las imperfecciones e informalidades presentes en nuestro entorno, lo que plantea dificultades de carácter métrico. Ahora bien, estas adversidades no quieren decir que debamos omitir los temas espaciales en el estudio económico. Al contrario, la presencia de imperfecciones e informalidades debe incentivar el desarrollo de lo que algunos se limitan a llamar variable residual, y que explica buena parte del crecimiento.
Ln Y = Ωln K + (1-Ω) Ln L + Parte residual
PARTE RESIDUAL = ……………….
PERIODISTA.- En su enfoque, heterodoxo, adquiere protagonismo el tema espacial. ¿Incluye además los temas humanos?
AUTOR.- Sí. Además de tener en cuenta los rasgos espaciales (como defiende Krugman), debe estudiarse la naturaleza de la actividad económica, fundamentalmente social (El capital, Marx). Multitud de países paradisíacos están deprimidos por la falta de convergencia de ciertos factores, que pueden resumirse en las relaciones entre los agentes sociales. Lo mismo ocurre en el caso contrario: no todas las regiones boyantes parten de un medio físico óptimo, sino que parte de su éxito se explica por el dinamismo a nivel social que se refleja en las ventajosas posiciones de estas regiones en los mercados.
Detengámonos en las ventajosas posiciones en los mercados, lo que se relaciona con poder. Y por tanto, con un grado mayor de negociación y de influencia tanto con agentes privados como con el Gobierno. Este poder para influir puede volverse en contra de ciertas regiones potencialmente ricas (con dotaciones ambientales favorables), que pueden ser marginadas. Por supuesto, la riqueza no se trasladará hacia estas regiones marginales, sino hacia las boyantes. Esto es, la existencia de economías de escala y rendimientos crecientes no se ajusta con los planteamientos de la teoría neoclásica.
PERIODISTA.- Ha hecho usted una mordaz crítica al simplismo de la economía ortodoxa. Gracias por todo y le esperamos en breve.
AUTOR.- Hasta entonces. Ciao.
AUTOR.- Como usted apunta, en la actualidad, es innegable la importancia de las cuestiones territoriales en la economía. Dichas cuestiones son infravaloradas o sencillamente ignoradas desde la escuela económica más influyente, la ortodoxa, de origen anglosajón.
No obstante, cada día se hacen nuevos aportes desde la óptica espacial que son valorados con mayor o menor relevancia, pero tenidos en consideración. En muchos casos, se trata de pequeñas aportaciones a partir de modelos ya creados, pero la suma de todas estas aportaciones puede llegar a explicar buena parte de la actividad económica.
La simplicidad de las teorías omnipresentes hasta los años 60 puede comprobarse en un instante, con una sola mirada a las enormes desigualdades en la distribución de la renta, tanto a nivel personal como geográfico.
PERIODISTA.- Continuando con el post “EL PODER DE UNA TEORÍA”, critica usted el exceso de restricciones de los clásicos. Explique dónde reside la simplicidad de estas restricciones.
AUTOR.- Los supuestos de competencia perfecta, existencia de costes de transporte y ausencia de competencia perfecta contradicen la evidencia empírica.
De verificarse, estos supuestos darían lugar a un mundo idílico, donde el debate eficiencia versus distribución no existiría. Tampoco habría pueblos aislados ni grandes metrópolis.
En suma, los supuestos de los ortodoxos chocan con la evidencia de las imperfecciones e informalidades presentes en nuestro entorno, lo que plantea dificultades de carácter métrico. Ahora bien, estas adversidades no quieren decir que debamos omitir los temas espaciales en el estudio económico. Al contrario, la presencia de imperfecciones e informalidades debe incentivar el desarrollo de lo que algunos se limitan a llamar variable residual, y que explica buena parte del crecimiento.
Ln Y = Ωln K + (1-Ω) Ln L + Parte residual
PARTE RESIDUAL = ……………….
PERIODISTA.- En su enfoque, heterodoxo, adquiere protagonismo el tema espacial. ¿Incluye además los temas humanos?
AUTOR.- Sí. Además de tener en cuenta los rasgos espaciales (como defiende Krugman), debe estudiarse la naturaleza de la actividad económica, fundamentalmente social (El capital, Marx). Multitud de países paradisíacos están deprimidos por la falta de convergencia de ciertos factores, que pueden resumirse en las relaciones entre los agentes sociales. Lo mismo ocurre en el caso contrario: no todas las regiones boyantes parten de un medio físico óptimo, sino que parte de su éxito se explica por el dinamismo a nivel social que se refleja en las ventajosas posiciones de estas regiones en los mercados.
Detengámonos en las ventajosas posiciones en los mercados, lo que se relaciona con poder. Y por tanto, con un grado mayor de negociación y de influencia tanto con agentes privados como con el Gobierno. Este poder para influir puede volverse en contra de ciertas regiones potencialmente ricas (con dotaciones ambientales favorables), que pueden ser marginadas. Por supuesto, la riqueza no se trasladará hacia estas regiones marginales, sino hacia las boyantes. Esto es, la existencia de economías de escala y rendimientos crecientes no se ajusta con los planteamientos de la teoría neoclásica.
PERIODISTA.- Ha hecho usted una mordaz crítica al simplismo de la economía ortodoxa. Gracias por todo y le esperamos en breve.
AUTOR.- Hasta entonces. Ciao.
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